El proceso de crecimiento y desarrollo dental en los niños es fascinante y, a veces, preocupante para muchos padres. En especial, cuando los dientes de leche comienzan a caerse y a ser reemplazados por dientes más grandes y duraderos. Este cambio marca el inicio de lo que conocemos como “dentición permanente”.
En este artículo, te explicaremos qué es exactamente la dentición permanente, cuándo comienza y cuántos dientes componen esta importante etapa en la vida dental de tu hijo.
¿Qué es la dentición permanente?
La dentición permanente es el conjunto de dientes definitivos que reemplaza a los dientes de leche, conocidos como dientes temporales. Estos dientes permanentes son los que el niño conservará durante toda su vida adulta, por lo que es crucial cuidarlos desde que comienzan a aparecer. A diferencia de los dientes de leche, que son más pequeños y eventualmente se caen, los dientes permanentes son más grandes y están diseñados para durar toda la vida si se cuidan adecuadamente.
Durante el proceso de crecimiento dental, los dientes permanentes empujan lentamente a los dientes de leche para ocupar su lugar en la boca. Esto provoca la caída de los dientes temporales y da paso a la formación de la dentición definitiva. Esta fase puede resultar confusa para algunos padres, ya que no todos los dientes de leche se caen al mismo tiempo. Cada niño experimenta la dentición permanente de manera diferente, tanto en el tiempo que tarda cada diente en salir como en el orden en el que lo hace.
La dentición permanente no solo tiene un rol funcional, ayudando en la masticación y el habla, sino que también cumple una función estética importante, contribuyendo a la estructura facial del niño a medida que crece. Por ello, es fundamental asegurarse de que los dientes permanentes crezcan en el lugar correcto y con el cuidado adecuado para evitar futuros problemas dentales.
¿Cuándo empieza?
La dentición permanente generalmente comienza alrededor de los seis años, aunque cada niño puede experimentar este proceso a diferentes edades. El primer indicio suele ser la aparición de los primeros molares permanentes, que brotan detrás de los dientes de leche, sin necesidad de reemplazar ninguno. Estos dientes se conocen como «molares de los seis años» y son especialmente importantes, ya que son los primeros dientes permanentes que ayudan en la masticación y establecen la base de la mordida del niño.
Luego de la aparición de los primeros molares, los dientes frontales o incisivos comienzan a reemplazar a los dientes de leche. A lo largo de los años siguientes, el resto de los dientes temporales serán sustituidos gradualmente por los permanentes. Este proceso de recambio suele completarse entre los 12 y 13 años, cuando erupcionan los segundos molares permanentes, también conocidos como «molares de los doce años». Sin embargo, existen excepciones y algunas personas pueden tardar un poco más en completar su dentición permanente.
Es importante recordar que, aunque los dientes permanentes comienzan a aparecer alrededor de los seis años, el último conjunto de dientes en salir, las muelas del juicio o terceros molares, no suele aparecer hasta los 17 o 25 años. Aunque estos últimos son parte de la dentición permanente, muchos niños pueden no desarrollarlos o incluso requerir su extracción en la adultez.
¿Cuántos dientes la forman?
La dentición permanente completa está compuesta por un total de 32 dientes en los adultos, distribuidos en ambas mandíbulas. Estos dientes se dividen en diferentes tipos, cada uno con una función específica que permite una adecuada masticación y un correcto desarrollo de las funciones bucales. A continuación, te explicamos cómo se compone la dentición permanente:
- Incisivos: Son los ocho dientes frontales, cuatro en la parte superior y cuatro en la parte inferior. Los incisivos cumplen una función primordial en la mordida inicial, ayudando a cortar los alimentos. Los primeros en salir suelen ser los incisivos centrales inferiores.
- Caninos: Conocidos también como colmillos, son cuatro dientes puntiagudos situados a los lados de los incisivos. Dos están en la mandíbula superior y dos en la inferior. Los caninos ayudan a desgarrar los alimentos y tienen una raíz larga que les permite sostener bien las piezas dentales cercanas.
- Premolares: También llamados bicúspides, son ocho en total, cuatro en cada mandíbula, ubicados detrás de los caninos. Los premolares tienen una función combinada de corte y trituración, ya que su forma les permite masticar alimentos más duros.
- Molares: Los molares son los dientes más grandes y están diseñados para triturar y moler los alimentos antes de tragarlos. Hay un total de 12 molares en la dentición permanente, incluyendo las muelas del juicio. Los primeros molares, como se mencionó anteriormente, suelen salir a los seis años y los segundos molares a los doce años.
- Muelas del juicio: Estos son los últimos dientes en aparecer, normalmente entre los 17 y 25 años. Sin embargo, no todas las personas desarrollan las muelas del juicio, y algunas pueden necesitar su extracción debido a problemas de espacio o alineación.
Para que los dientes de tu hijo se desarrollen correctamente, es esencial mantener buenos hábitos de higiene dental y realizar visitas periódicas al dentista desde una edad temprana. Esto ayudará a prevenir problemas como caries, apiñamiento o maloclusiones, garantizando una dentición permanente saludable.
Con el cuidado adecuado y la orientación de un profesional dental, la dentición permanente de tu hijo se desarrollará de manera saludable, permitiéndole disfrutar de una sonrisa fuerte y bonita por muchos años.