Hoy en día muchos niños entre los tres y cinco años de edad desarrollan de manera inconsciente malos hábitos orales, teniendo éstos una repercusión negativa en su desarrollo bucodental y facial. Estos malos hábitos dan origen a problemas como el apiñamiento dental, paladar estrecho, poco desarrollo del tercio inferior de la cara, mordida abierta, entre otros.
¿Cuáles son los malos hábitos orales más frecuentes en niños pequeños?
Durante muchos años se creyó que los problemas de desarrollo maxilar incorrecto o mal posición de los dientes, tenían su origen en factores hereditarios. Ahora se sabe que no es así y que la mala posición de los dientes está causada por los malos hábitos.
- Respiración bucal: si un niño respira por la boca, los maxilares no crecen correctamente, quedando estrechos. El crecimiento óseo se dirige hacia abajo en lugar de hacia arriba, esto origina que no haya suficiente espacio para los dientes permanentes. El respirar por la boca también origina que el tercio inferior de la cara se estreche y se alargue. Los padres se dan cuenta al ver que los niños duermen con la boca abierta o roncan por las noches.
- Posición de la lengua: la posición de la lengua en estado de reposo determina la forma y el tamaño del maxilar. Lo correcto es que la lengua descanse en el techo de la boca, cuando no estemos comiendo o hablando. Si un niño tiene una posición baja de la lengua, los diente superiores no tendrán suficiente espacio y la mandíbula será forzada hacia atrás y hacia abajo.
- Deglución: la deglución atípica o incorrecta ocurre cuando la lengua se empuja hacia adelante y los labios se empujan hacia atrás al tragar. Este hábito limita el crecimiento hacia adelante de los maxilares, lo que hace que la cara no pueda crecer adecuadamente. También esto ocasiona que los dientes anterosuperiores se inclinen hacia adelante o que la mordida se abra por la interposición constante de la lengua.
- Función de los labios: el tono muscular deficiente o el control incorrecto de los músculos de los labios y las mejillas dificultan a que el niño cierre los labios y aumenta la actividad muscular al deglutir.
Estos malos hábitos dan origen a problemas óseos y dentales, que van empeorando a través del tiempo. Por esta razón es muy importante realizar tratamientos que erradiquen el mal hábito y corrijan los problemas ocasionados por él mismo.

¿Cómo corregir los malos hábitos orales?
Hoy en día se han desarrollado tratamientos con aparatología removible, que se enfocan en abordar los malos hábitos miofuncionales, enseñándoles a los niños a respirar por la nariz, a colocar su lengua en el paladar y deglutir de manera correcta, para que los maxilares puedan crecer hasta alcanzar su tamaño adecuado y completo. Esto a menudo permite que haya suficiente espacio para que los dientes puedan alinearse.
Estos tratamientos miofuncionales se pueden iniciar a partir de los 3 años de edad y pueden aplicarse durante toda la niñez, considerando el límite de edad los 15 años.
Estos tratamientos consisten en la colocación de un aparato removible (tipo férula), que el niño debe llevar puesto de 1-2 horas durante el día y toda la noche mientras duerme.
Durante el día mientras el niño lleva el aparato puesto, debe realizar unos ejercicios miofuncionales durante 5 minutos, que dependiendo del mal hábito a corregir puede variar entre un paciente y otro. La mayoría de estos ejercicios consisten en ubicar la lengua correctamente mientras el niño traga.
Este tipo de tratamiento requiere de la cooperación total del paciente, tanto para el uso del aparato como de la realización de los ejercicios.
Los tratamientos miofuncionales buscan corregir:
- Bruxismo infantil.
- Deglución atípica.
- Dientes salidos.
- Mordida abierta.
- Sobremordida.
- Respiración oral.
- Paladar estrecho.
- Apiñamiento dentario.
En Raga Ortodoncia somos especialistas en tratamientos a edades tempranas, ya que consideramos que de esta manera podemos evitar que los niños desarrollen maloclusiones complejas a futuro ¡Contáctanos!
 
 